¿Sirve de algo un día Internacional de la Salud Mental? -o cualquier otro-

No tengo nada más que añadir, solo difundir…

FILOSOFIA DEL RECONOCIMIENTO

Ayer me abordó por la calle una señora llorando que decía estar perdida, aunque constaté que se hallaba atrapada en un baño de angustia que la desorientaba. Era bajita y rechoncha. Su aspecto desaliñado, pelo descuidado, vestimenta que cumplía únicamente su función, sin ningún cuidado estético ni ornamento. Estábamos en un barrio de la zona alta de Barcelona y su presencia incomodaba e incordiaba a los que por allí pasaban,  que se apartaban indiferentes ante una persona desubicada en todos los sentidos.

Intentaba explicarme qué le sucedía pero su sollozo hipado se lo impedía. Le indiqué que se calmara que no iba a marcharme. Tras unos minutos me dio detallada y confusa cuenta de su situación: en aquel momento necesitaba quince euros para volver al pueblo del que provenía, tras una visita médica, porque había perdido la tarjeta dorada que le daba acceso gratuito al tren.

Fui a buscar cambio…

Ver la entrada original 882 palabras más

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s